Me acabo de encontrar esto, se me
ocurrió hace dos o tres meses en una especie de brainstorming.
Este mediodía he estado en el bar
con varios amigos. Otra vez el islam, el cristianismo, el laicismo...
Todos los días igual. Ayer en el trabajo igual, y día sí día no
ahí está la religión.
Y estoy harta, harta de las
consecuencias. La religión en la que he crecido no me ha hecho
feliz, al contrario, tiene problemas con bastantes cosas, con cosas
muy importantes y eso lo proyecta (y no solamente le pasa a la
religón en la que he crecido), pero también es cierto me ha
aportado valores, sí, también. Y el mundo ha estado y está fatal,
y la religión es uno de los factores; no creo que se pueda reducir
la religión a miedo y dogmatismo, está también esa tendencia
natural, que podría ser sana, de intentar fundirse con lo Absoluto
pero no se por qué pero en la realidad, de hecho, no es sana, o no
en general, y sí que hay mucho de miedo a todo y mucho de
dogmatismo, de imposición. Hartazón, cansancio.
Y desde hace un rato vengo pensando
estas cosas.
Es imposible separar la razón de
las emociones, imposible. Y estas emociones, no sé si estoy muy
quivocada o no, me parece que no se pueden separar de los instintos,
o sea, estoy dicendo, equivocadamente o no, que no hay una razón en
estado puro y que me parece verdad que somos animales racionales
(acabo de entender, en la medida en que lo haya entendido, a
Aristóteles: sí, lo había pensando muchas veces pero no como hoy,
como ahora, tan vívidamente). Somos animales pero somos racionales.
¿Alguien puede separar la razón,
su pensamiento, de sus sentimientos? No estoy hablando de
matemáticas, hablo de ética, de política, de su cosmovisión en
general. ¿Y alguien puede separar los sentimientos de sus vísceras,
de sus genes, de las tendencias que esos genes imprimen en todo su
ser?
Cuerpo, conciencia. El cuerpo lo
sentimos, la conciencia nos permite saber que lo sentimos, es decir,
sin conciencia, ¿dónde quedaría nuestra experiencia del cuerpo? No
tenemos ni idea, ni idea. Al final igual lleva razón Descartes, o al
menos en parte, no sé si digo disparates, esto lo tengo que pensar
mejor.
Seguimos.
El instinto de supervivencia, el
gran instinto, nos lleva a unirnos a unos y a destruir a otros a los
que consideramos potencialmente dañinos para nuestra supervivencia.
El instinto de supervivencia es la fuente del miedo parece ser y, afortunadamente, también de otras cosas. Pero,
¿por qué queremos sobrevivir? ¿por qué este empeño?
"Amamos el ser y el conocer", esto
está en la naturaleza toda nos dice San Agustín. Amamos, tendemos
hacia.
Instinto igual a amor a la vida,
igual a miedo a la nada, o todavía peor, al dolor. Y, ¿cómo se
supera este miedo? ¿se puede superar?
Sólo se me ocurre una palabra:
fusión.
Y aquí es donde aparecen el amor y
la religíón, me parece.
Amar a otros seres y ser amados por
otros seres nos calma, nos calma y algo más, nos hace felices,
dichosos: nos fundimos con otros seres y eso quiere decir que nos
olvidamos un poco de nosotros mismos, que nos convertimos en otro,
que abandonamos en la medida que sea el instinto de superviviencia, o
quizá no sea así, quizá sea que unimos nuestros instintos y nos
sentimos acompañados, no solos, y más fuertes por eso. ¿? Quizá
sea todo, quizá sea un olvido de sí mismo y quizá sea que el sí
mismo se amplía con los otros, no lo sé. Y se ama porque se ama, es
un fin en sí mismo, quiero decir que se ama a otros seres porque se
los ama y ya está. Y esta parte es sin duda la mejor.
La religión camina por los mismos
territorios que el amor, me parece. Intentaré explicarme.
El hombre tiene miedo, el animal
tiene miedo. La razón del hombre busca vencer el miedo y para ello
elabora respuestas, dicho de otra forma, el hombre busca vencer el
miedo y usa la razón para encontrar respuestas con que vencerlo. La
religíón nace de la misma necesidad de fusión que nace el amor,
creo, pero se desvía mucho, al menos en la realidad, en la práctica.
¿Es la religón fuente de amor y de esa paz, sí, esta es la
palabra clave en todo esto? ¿calma la religón, apacigua? Sí, a la
segunda pregunta, no, en la medida de lo necesario a la primera.
¿Cómo calma y a quién?
Si uno cree en un Absoluto, ¿cómo
hace para creer en él? ¿cómo es que unos seres humanos creen y
otros no? Para creer tiene que haber un asentimiento de la conciencia
ante lo que se cree. Muchas personas ni se plantean si son creyentes,
para ellos no entra en su pensamiento otra posibilidad, no la
contemplan, no les es posible. ¿Por qué? Por la fuerza de las ideas
transmitidas culturalmente, por la fuerza con que esas ideas
mantienen viva a una sociedad, pero creo que hay algo más por debajo
o al lado, creo que creer es un instinto, que es algo instintivo y
como tal es defendido con uñas y dientes. Instintivamente, los
seres humanos no queremos ser despojados de aquello que nos aporta
paz, si algo, por un instante, perturba esa seguridad vital, esa
tranquilidad, ese apoyo, será rápida y violentamente, si es
necesario, expulsado de la conciencia y olvidado para siempre.
La doctrina y la teología son un
intento de hacer razonables, o al menos posibles en la conciencia,
las creencias, de inducir a ese asentimiento que los humanos, más
conscientemente o menos, necesitan ( o necesitamos).
A veces se apela a la fe y otras a
la razón y lo ideal es que sean compatibles. ¡Claro que es lo
ideal! Es lo que se busca, es lo que se anda buscando porque, a ver,
¿qué es la fe? ¿quién puede asentir a algo simplemente por la fe?
Tiene que haber aunque sea un “ proto-razonamiento” y que se me
perdone el palabro.
La fe de la que hablan es una
experiencia que deviene concepto y a la inversa, intentaré
explicarme (no sé si diré muchas tonterías o si digo muchas
tonterías, bueno, sigo): la fe es un concepto, es un concepto que se
refiere a una adhesión de la conciencia (y aquí hablo de los
contenidos de la conciencia, de la vida racional y de la vida
emocional/instintiva); cuando se habla de fe se habla de adhesión
sin más, la fe se justifica por sí misma, pero justifica el creer,
es el “argumento” esgrimido por la buena parte de la teología y
creo que por la religión en general con sus variantes y matices. La
razón que se da para creer es la fe, a esto es a lo que se apela,
pero esto es circular.
Hay más argumentos, algunos más
razonables, pero hasta en las argumentaciones más racionales la fe
está presente, a partir de un punto, llegados a un punto,
llamémosle racional, “justificado”, no digo que no, vienen los
contenidos doctrinales y a aquí reaparece la fe, la fe en, pero ésta
es otra clase de fe, ésta tiene un contenido, no es fe en estado
puro, que no sé muy bien lo que es pero que me gusta. Sigo. Llegados
a este punto,se da un salto, renegar de esa fe, de esa fe que se ha
convertido en doctrina, es renegar de lo Absoluto y del abandono que
Éste exige. Como queremos abandonarnos nos exigimos la fe. Y la fe
nos exige abandonarnos. Redondez. La verdad es que no sé si me lío
mucho, desde luego esto no es muy ordenado. Bueno,
entonces, ¿no existe Dios o lo
Absoluto o como lo queramos llamar?
Pues no sé, lo que llamamos realidad es absolutamente incomprensible
pero es, como quiera que sea, es. Y es fascinante.
“ Ama a Dios por encima de todas
las cosas y al al prójimo como a ti mismo”
Lo segundo no es posible pero como
ideal regulador está bastante bien y hasta dónde se llegue pues se
ha llegado. Y, desde luego, la compasión y la empatía son las
únicas formas razonables, sí, razonables de relacionarnos los
humanos, de fundar una comunidad: todo lo demás es destrucción, y
eso no es razonable.
Selección natural. Tampoco lo
entiendo. No lo entiendo porque somos también racionales.
Superpoblación, educación, gestión política, tecnología. Creo
que desvarío, no sé cuánto.
Amar a Dios por encima de todas las
cosas es olvidarte de ti mismo y de los demás, de la vida y de todo,
es disolverte en Dios, es ahuyentar el miedo, qué digo, superarlo,
vivir sin miedo porque ya no estás pendiente de tu ser, dejas de
importarte a tí mismo para dejar de sufrir. Creo que esa fórmula es
esto. Bueno, ¿por qué no el amor y por qué no Dios? Lo de Dios
nos es completamente desconocido. Ahora bien, amar a Dios también
puede ser amarte a ti mismo sin más. Y si amar a Dios es olvidarte
de los demás entonces mejor olvidarse de Dios. Creo que las
religiones no dicen esto, lo dicen y no lo dicen, creo que buscan una
fusión con lo Absoluto y con los otros, porque es que además no
tiene sentido otra cosa, pero en la práctica hay quien se olvida de
la segunda parte, eso no puede ser religión o no una forma válida
para vivir, va contra la naturaleza realmente humana eliminar al otro
o ignorarlo, no sé a quién puede hacer feliz, realmente feliz, eso
.
Así que, en mi opinión, el
problema no es la fusión con lo Absoluto, el problema, para mí,
estriba en las distintas formas de hecho de vivir la religión. Hay
formas no sanas de vivir la religíón. Cuando alguien le impone a
alguien su visión de la vida y su forma de vivir está oprimiendo a
otro ser y negándolo; el abuso de poder viene del instinto de
supervivencia. Volvemos a lo de antes: que nadie sea diferente a mi,
que el mundo y los demás sean como yo soy, que nadie trastoque ni me
arrebate mi seguridad, mi paz: mi dios me calma, esta vida no, los
hombres me fallan, hay un ser que no, hay algo que me libera de toda
esta tensión. Quiero otra vida de paz, otro mundo o lo que sea, un
cielo, un descanso. Muy bien, no hay problema, no sabemos nada,
podemos creer, pero las formas religiosas imperantes son dogmáticas.
¿Es que la gente no puede entendérselas con la realidad y con el
más allá pacíficamente? ¿es que la gente no es capaz de
racionalizar su incertidumbre, su grado de incertidumbre? No me lo
creo, en mayor o menor grado sí, sólo hay que hacer un esfuerzo.
Somos racionales, también somos racionales y podemos aguantarnos con
el miedo sin necesidad de aninquilar al otro. La verdadera
experiencia religiosa debe conseguir esto. Y hay religiones que se
acercan.
A lo mejor un poco de panteísmo...
Vuelvo a los comienzos: ¿por qué
queremos sobrevivir? ¿por qué este empeño? ¿tan difícil es
aceptar la existencia o lo hemos hecho más difícil de lo que es?