Mariplatónica desde 1996 y antes

He conseguido ser de muchos pocos como decían mi padre y mi abuela

sábado, 28 de febrero de 2015

Con fiebre otra vez, hay que ver...

Con Bob Dylan tengo un conflicto.
No me cae mal, pero tampoco me cae bien, no me es simpático, aunque si hay que decantarse me cae bien. Bueno.
Su voz no me gusta. Eso sí es un problema. Su voz me deprime un poco y, sobre todo, me enerva, mis nervios se alteran y llega un momento en el que si no me doy cuenta de que es por eso me irrito y me salen mal las cosas. Se me carga la cabeza, vamos.

Pero Hurricane me gustaba mucho mucho y cíclicamente siempre ha estado presente en mi vida con un disco o con el otro.

Lo de su voz es raro porque tiene muchos registros, así que sin darte cuenta estás diciendo ¡qué canción más buena o más bonita! Y resulta que es de él.

A Bob Dylan, esto no lo voy a descubrir yo ni lo pretendo, hay que reconocerle mucha inteligencia, profundidad en su música y en sus letras y coherencia. Hace lo que le da la gana y eso es muy de agradecer. Y aunque a veces me produzca una cierta fatiga, y a veces también perciba sus músicas con una cierta monotonía, tiene canciones bellísimas, insustituíbles, y es él, es inconfundible, es original.

No me quiero acordar de un concierto que dio en Cartagena hace muchos años. No reconocí las cancione de lo extrañas que las tocó; su atuendo era una mezcla de duende o algo así y de hippy hortera a más no poder de los 80, como una especie de trovador medieval, una pinta rarísima: blusa ancha de grandes mangas vaporosas, unas mallas muy ajustadas como pantalones y un cinturón ancho a la cadera que recogía la blusa, un espanto.. Encima era en un estadio de fútbol cutre y para colmo yo tenía casi 40 de fiebre (sí, sí, otra vez) ¡Qué desastre! Desconsuelo total, inenarrable.

Pero tiene algo.
Algo no, mucho.
Acaba de sacar un disco de versiones de Frank Sinatra. “Vale, puede estar curioso, la mezcla a priori es interesante”... Pues sí, la mezcla es muy interesante. El disco es estupendo; es un disco romántico y rarito. Tiene canciones fantásticas y auténticas sorpresas. Y me recordará a esta época, y cuando pasa eso con una música está muy bien.






sábado, 7 de febrero de 2015

Las eternas candidatas

Esta mañana de sábado me he levantado a lo Neil Young


Neil Young es un viejo compañero.
Escucho sus canciones desde mi temprana juventud. Esto ha sucedido de forma tranquila, regular, sin grandes subidas ni bajadas. No tiene unas cuantas canciones bonitas, tiene muchas canciones preciosas, algunas de una belleza que se podría llamar paz.

Desde los primeros tiempos había dos canciones que me atravesaban. Cuando escuchaba una de ellas me decía “qué maravilla, ésta es la que más me gusta”; cuando algo después sonaba la otra me decía “no, no, ésta sí es la que más me gusta”.

Y así me tiré años. No es que me preocupara el asunto, es que siempre se repetía el proceso.

Bueno, pues aquí está una de las candidatas.




Y aquí la otra.