Esta mañana de sábado me he levantado a lo Neil Young
Neil Young es un viejo compañero.
Escucho sus canciones desde mi temprana juventud. Esto ha sucedido de
forma tranquila, regular, sin grandes subidas ni bajadas. No tiene
unas cuantas canciones bonitas, tiene muchas canciones preciosas,
algunas de una belleza que se podría llamar paz.
Desde
los primeros tiempos había dos canciones que me atravesaban.
Cuando escuchaba una de ellas me decía “qué maravilla, ésta es
la que más me gusta”; cuando algo después sonaba la otra me decía
“no, no, ésta sí es la que más me gusta”.
Y así me tiré años. No es que me preocupara el asunto, es que
siempre se repetía el proceso.
Bueno, pues aquí está una de las candidatas.
Y
aquí la otra.