Iba en el autobús a ver
a mi médico para que me examinara de las enfermedades de los fríos.
Y pensaba en la frase
“He vivido”. Pensaba en más cosas pero al final he acabado
pensado en ésa; más o menos el recorrido de mi pensamiento (a
saltos quizá) era que la gente tiene, tenemos, ego, unos mucho,
demasiado, y que es normal o natural, como se quiera. Miraba a la
gente a través del cristal de la ventana y reflexionaba
involuntariamente acerca de la condición humana, de nosotros, y se
ha establecido una diferencia en mi pensamiento entre diversas clases
de personas: las que tienen mucho ego porque no pueden dejar de ser
así y las que tienen mucho ego porque no quieren dejar de ser así.
Si renuncias, en la medida en que se puede, si renunciamos en algún
grado a nuestro ego creemos que nos exponemos más al sufrimiento,
que estamos en manos de los otros egos, y creo que, además de una
cuestión moral y emocional, es una cuestión genética, de
supervivencia pura y dura. Y nuestras vidas transcurren en ese ir y
venir de nuestro ego al de los demás. Hay gente que supera mucho
todo esto, y lo hacen porque lo deciden y lo sienten así, y esto los
hace grandes, porque fácil no es.
Y la vida tampoco, eso
pensaba también. Pensaba que tenemos derecho a quejarnos; para el
que escucha nuestra queja es una pesantez, y lleva razón, pero en
nuestro fuero interno creo que tenemos todo el derecho a quejarnos
porque nuestra existencia mortal no es fácil. ¿Por qué? Nadie lo
sabe. Lo normal sería decir “Sólo Dios lo sabe”, lo cual forma
parte de toda esta zozobra de nuestro vivir.
Y después pensaba que
sea como sea nuestra existencia, si alguien puede decirse al final o
en medio de ella “He vivido” pues que está muy bien, si alguien
puede decir “He vivido” es porque así lo ha sentido, y porque le
ha encontrado, como quiera que sea, un sentido a su vida o a la vida,
o simplemente que “ha cumplido con ella” y esto no me parece una
insignificancia, es sereno, y eso tampoco es una menudencia, me
parece casi feliz, o como poco, algo que tiene que ver con una cierta
y profunda plenitud así que nos lo deseo a todos, a los que están y
a los que se han ido a otro lugar.
Pues hace apenas un rato
escuchaba este tema fregando los platos, como no, y me ha venido a la
mente la frase, quizá porque no se me había ido y quizá también
porque esta canción ayuda a recordar que vamos viviendo, a sentir
la vida, en Alfa Berlina o como sea.
El tema se llama Alfa Berlina