Mariplatónica desde 1996 y antes

He conseguido ser de muchos pocos como decían mi padre y mi abuela

viernes, 31 de octubre de 2014

Botes de mermelada y saxos


Vamos a ver: yo a esta gente no puedo parar de oírlos desde que los conocí, que hará algo más de un par de años.
Ajá, un disco mítico del 77, y ya desde entonces reconocidísimo por la crítica, recibió un Grammy, fue disco de platino, tuvo ventas increíbles, etc. etc. hasta fue considerado un disco de lo mejorcito que se había producido nunca.
Pues yo no me enteré de nada, ni siquiera sabía nada de esto cuando lo escuché por primera vez.

Esto sucedió en la cocina de casa. El disco andaba por allí, y cuando sonaba, me gustaba, se me disparaban “ las antenas” ipso facto, así que lo ponía con mucha frecuencia.
Había una canción fabulosa; cuando sonaba me sorprendía de lo buena que era, buena de verdad. Pero no es ésa la que viene a continuación, ésa la dejo para otro día. La de hoy, Deacon Blues, es una canción que la oiga donde la oiga se me empiezan a mover los piés. Y bailo. Eso mismo me pasó el sábado por la mañana en el supermercardo delante de los botes de mermelada. ¿Se puede pedir más?