Venga a corregir y venga a corregir,
pero hay veces que merece la pena.
De repente, te encuentras que un alumno
que rechazaba la filosofía a principio de curso te dice que el
trabajo de cosmología que le has mandado hacer le ha fascinado y que
es el primero que hace en su vida que realmente le ha gustado. Es un
alumno excelente, hace todos los trabajos que se le piden y los hace
bien, muy bien, y resulta que está aburrido de hacerlos. Pensé en
lo harto que estaría, él y los demás, y pense también en el sistema
educativo y en todo lo que desaprovechamos.
Ahora estoy con otro. Acabo de leer
algo que me ha dejado de piedra, que me ha llegado al alma, es muy
sencillo pero el chico lo ha escrito también con tanta sencillez que
me ha conmovido. Dice así:
En mi opinión, si nos damos cuenta
de que en nuestra galaxia hay gran cantidad de agujeros negros,
estrellas, planetas... pues me hace dudar sobre si nosotros somos
insignificantes por la gran cantidad de materia, cuerpos y energía
que alberga el universo, o si somos afortunados por haber sido
capaces de tener vida en este gran universo y estar hoy donde
estamos.
Rachmaninoff: Etude-Tableaux Op.39
No.2 in A Minor (Lugansky)